Bizerte

El mar entra en Túnez por el norte, formando el lago de Bizerte. Para poder llegar hasta este encantador pueblo pesquero sin dar todo el rodeo al lago, se cruza por un puente levadizo que tiene unos horarios determinados en que se abre para dejar paso a los barcos de gran envergadura. Contemplar la maniobra de apertura de este gran puente ya merece dedicar unos minutos.


Luego caminando te aproximas al pequeño puerto, corazón de Bizerte. El antiguo fuerte que lo vigila y lo protege te abre sus puertas, junto a los barcos pesqueros, te sientas a tomar un café en una de las terrazas o te adentras en el zoco y te das algún capricho.

Puedes darte también un lujo y cenar en una antigua goleta convertida en restaurante flotante, pero no esperes menú barato, allí se come calidad pero se paga.

La primera vez que fui a Bizerte, contratamos con un taxi una vuelta entera por la llamada cornisa. Es una carretera que va junto al mar subiendo la montaña, bonitas vistas del mar y de la población. Recuerda no hacer fotos en lugares prohibidos, ya te lo indicará en propio conductor.

En Bizerte también hay playa, así que es un lugar donde se puede pasar uno o dos días y además puedes llegar facilmente desde la capital en un cómodo autobús con aire acondicionado o en el típico transporte colectivo louage.

No hay comentarios:

Publicar un comentario